Mario Party es, como toda buena franquicia de Nintendo, una fórmula probada que ha sido explotada exitosamente desde su primer juego y hasta la entrega más reciente. Es por ello que no sólo sabemos que esperar de un juego como Mario Party 8, sino que habrá más de una persona que tendrá la esperanza de divertirse enormemente con éste y todas las posibilidades que la gente detrás de él pudo haber aplicado con el control de Wii. Desafortunadamente para ellos y para los entusiastas de la franquicia, la octava entrega de esta saga resulta ser una fiesta aburrida y tediosa que deja mucho que desear no sólo como parte de la serie de Mario Party, sino también como un juego hecho para la nueva consola de Nintendo…

Mario Party 8

Después de “Wario Ware: Smooth Moves”, “Rayman Raving Rabbids”, “Cooking Mama: Cook Off” y toda esa extensa galería de títulos que no son más que la recopilación de decenas de mini-juegos encerrados en un mismo disco, ¿qué es lo que podría ofrecer la serie que dio origen a este género? Si tomamos en cuenta el formato que emula estar jugando sobre un tablero, los diversos modos de juego que se han presentado en las entregas anteriores, las posibilidades conocidas y secretas del control del Wii y además, el simple hecho de que los personajes que protagonizan el título son los héroes más populares en la industria de los juegos de video, las posibilidades de caer en un error son pocas, pero peligrosas, y vaya que la gente de Nintendo se dejó caer en un bache espantoso con tal de sacar el juego a tiempo.

Modo de Juego

Como ocurre con cada entrega de esta serie, el título presenta nuevos tableros e ítems para usar en cada partida, así como un par de personajes nuevos y los obligado mini-juegos ‘nuevos’ e ‘innovadores’; como mencioné al principio de la reseña, nada fuera de lo normal pero, en una nueva entrega de Mario Party no se debería esperar algo más que eso… ¿o sí? En el caso específico de esta edición de Mario Party, el esperado uso del control del Wii se queda relegado a pocos mini-juegos, haciendo que el mando se utilice cual si fuera un control clásico del NES y haciendo que la fiesta sea más lenta, rutinaria y repetitiva que atractiva, sobretodo para quienes se han divertido con las entregas anteriores.

Si bien el hecho de no explotar el control de Wii puede ser un detalle pasable para unos, el problema más grande de Mario Party 8 son sus gráficos y resolución, la cuál no sólo está hecha única y específicamente para una televisión estándar (dejando que la resolución en widescreen se llene con unas espantosas barras de colores a los lados de la pantalla), además que los escenarios y personajes se ven como si el título hubiera sido planeado originalmente para el GameCube, pero que en la traslación al Wii no tuvieron ningún tipo de optimización. De la música y los efectos de sonido no se puede decir nada bueno o malo, ya que éstos no han cambiado en nada desde la cuarta entrega de la serie.

Mario Party 8 finalmente ha demostrado que la fórmula de la serie no sólo está cansada, sino que ya ha sido superada completamente por su competencia, tanto en el Wii como en el Nintendo DS. Los fanáticos de la compañía, los jugadores casuales y quienes gustan jugar en grupo se divertirán un rato con el título, ya que como lo mencioné al principio, ésta es una fórmula probada y exitosa, pero quienes buscan algo verdaderamente grande en esta entrega se toparán con tantos detalles incómodos que arruinarán la experiencia de la fiesta por completo.

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Calificación General: 3 Staryus (5.5)

José M. Saucedo